miércoles, 6 de noviembre de 2013

Figuras que aprecio o echo en falta

En mi infancia tuve una vida en la que jamás me sentí unida a mis padres. Nunca los he querido como padres, nunca los he visto como figuras paternas, a pesar de que les llame "papá" o "mamá" no los siento como tal. Ya les llamo por costumbre. Es evidente pensar, que muy en mi deseo una figura paterna y materna que me den el apoyo y aprecio que necesito. Incluso estando a punto de casarme y con un futuro esposo, siento que aún me falta algo, aunque tenga esos "padres biológicos", nunca me he sentido unida a ellos. Se que suena extraño.

Me regañaban muchas veces sin razón, cuando yo estaba tardes enteras jugando a la GBA y dibujando sobre todo en mi cuarto. Me gritaban otras tantas sin razón. Me echaban a mi las culpas algunas veces. No me apoyaban cuando los niños del colegio se metían conmigo, y aunque mi madre dentro de lo que cabe me decía algunas cosas, no era suficiente. Raras veces me daba un abrazo de apoyo. Nunca hicieron nada para remediarlo, ni ir a hablar con los padres de esos niños, que les conocían. Mi padre encima me echaba a mi las culpas de que yo provocaba a los niños del colegio (¿que hacía yo? ¿intentar hacerme amiga de todos y preocuparme por ellos si estaban mal o se encontraban mal? ¿así me lo pagaban?), y cuando le decía que cierta profesora del colegio nos pegaba, no me creía a mí. Es como si nunca lo hubiese querido creerme.

Sabiendo también que es un poco machista, creo que si hubiese salido chico hubiese sido todo diferente. E incluso si fuese alguien que se mete con los demás niños de su escuela, siempre pensé que hasta estaría contento por ello. Pero bueno, ahora que vivimos lejos nuestra relación se ha tranquilizado. Mi chico se encaró una vez con él para encharle muchas cosas en cara que yo nunca me atreví a decirlas. Parece que eso fue un escarmiento, y está menos "agresivo", también porque se está haciendo viejo, y a lo largo de los años, se ha visto aún más solo que nunca. Se lleva mal con sus suegros y casi con sus hermanas, y pasa las navidades solo. En parte solo ha ganado, su mal carácter, su personalidad algo falsa y que es posible que me hiciera cosas malas en el pasado (cosas que mejor no contar, pero supongo que os lo imaginaréis), y hablar mal de la familia de mi madre sin más, pues... hace que se lo gane a pulso.

Las únicas personas que tengo más dentro de mí, si, a los que, aunque nunca lo demuestre, he cogido cariño, ha sido a dos de mis abuelos. Mi visabuela, que en paz descanse, era una mujer maravillosa. Disciplina y amor. Así nos criaba a todas y a cada una de nosotras (en mi familia materna todas somos mujeres). No me di cuenta de como la quería y que la echaba de menos hasta que nos dejó (en parte hubiese vivido más tiempo si los idiotas de los médicos hubiesen hecho bien su trabajo). Ella, en mis momentos más difíciles, me hubiese ayudado de verdad. Y sé que era un poco imposible (con la edad que tenía tarde o temprano nos iba a dejar), pero me hubiese encantado que conociese a mi chico. Casualmente, mi visabuela y mi suegra se conocieron de vista en el pasado, y mi chico también, aunque como era un niño en aquellos tiempos, apenas se acuerda. Asi que en parte, era como si estuviesemos conectados por mi visabuela (vaya, cosas místicas y misterios de la vida, mi abuela desde el más allá nos ha preparado este destino xDDD, nah es coña).

Mi visabuelo también le apreciaba, pero siempre fue más serio que mi abuela. Recuerdo que cuando murió mi visabuela, él se quedó chafado de verdad. Ya apenas ni hablaba ni se movía. Tristón por completo. Fijaos como la quería.

La otra persona es mi abuelo materno. Aunque tenga muchas quejas de mis abuelos, por otro lado siempre han sido agradables conmigo, aunque no me sienta parte de la familia. De verdad, a veces parece que no encajo me mire por dónde me mire. Recuerdo que cuando a mi abuelo le operaron del corazón, me dejó, cuando era pequeña, poner la oreja sobre dónde estaba su corazón, y escuchar el tic tac del reloj que le habían puesto. No me di cuenta de que de verdad le aprecio hasta hace unos meses, que le ingresaron el hospital. Me daba miedo que, se fuese sin conocer a sus visnietos. Y seguramente no pueda tener hijos hasta dentro de muchos años y tal vez ya ni esté. Siempre es triste pensar en estas cosas.

Necesito unas figuras paternas (padre y madre) que hagan de tal. Nunca los he sentido como tal. Aunque tenga esposo y llegue a tener una familia, siempre me faltará. Por raro que suene.

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