miércoles, 4 de septiembre de 2013

Las ventajas de tener un gato.

Hace bastante que quería hacer una entrada de este tipo y la verdad, mientras hago tiempo para ver el Pokémon Direct, creo que va siendo hora de hacerla.

Para comenzar, diré que he tenido de mascota un perro (un Beagle) y cuando vivía en la casa de mis suegros con mi chico otro (una mezcla). Que decir, mi experiencia, más extensa con el segundo, no ha sido para nada agradable con los perros. He decir que me gustan esos animales, siempre y cuando no signifique tenerlos como mascota. Pasaré a explicar directamente las ventajas de tener un gato como mascota comparando a veces con la vivencia con un perro. Evidentemente depende del estilo de vida de cada uno y sus gustos o aficiones, o hasta de dónde viva, dependiendo de todo esto alguien puede preferir las ventajas de un perro o las de un gato.






A parte de que, te hará compañía, un gato destaca por su independencia y su rápido aprendizaje de poder valerse por sí solo por tu casa.

Si eres alguien al que le va más la tranquilidad pero sin dejar de tener compañía, un gato es ideal. Los gatos muchas veces prefieren jugar solos con sus juguetes y no dependen del dueño para que les tire la pelotita o similares, pudiendo valérselas por ellos mismos. Además, si estás estudiando y ellos quieren jugar, tienen dos opciones: jugar por su cuenta o echarse a dormir, cuando a veces los perros si los encierras, se ponen a llorar y a ladrar, molestando no solo a la gente que vive contigo, si no a todos tus vecinos.

Otra cosa a tener en cuenta es que los gatos son animales muy pulcros. Se limpian ellos solos. Basta con que se cojan un sitio cómodo dónde tumbarse y comenzar a limpiarse por su cuenta. Además, no hará falta sacarles a pasear cinco o seis veces al día con riesgo de que si no lo sacas una vez, te deje más de un regalito por casa. Ellos solitos van a su caja de arena particular, la que también debes mantener limpia a menudo para que le dure muchísimo más tiempo, y hacen sus necesidades, después la cubren con la misma arena, y adiós olores. Algunos gatos se emocionan al excarvar y pueden sacar la arena fuera de la caja, la que se recomienda barrer y tirar cuanto antes, ya que irán a la arena la próxima vez que necesiten hacer necesidades, y a veces, si hay algún rastro de olor de sus anteriores cacas o meadas, podrían hacerlo en el suelo. Así que ya sabes, a limpiar en caso de que saquen la arena fuera (en algunos casos es que necesitan una caja más grande y alta para evitar que tiren tanta).

Además, a lo largo que he ido viendo perros (mi Beagle, el de mis suegros y la fallecida yorkshire de mis abuelos), si pueden se suben a una mesa y te chupetean o te roban la comida, aunque evidentemente algunos se pueden educar mejor. Sin embargo, los gatos en este sentido son muy tiquismiquis. No aceptan queso, ni cosas raras cocinadas. Especialmente lo que les gustará será el embutido, el paté y el pescado (en especial el atún), e incluso creciditos les gustará la leche. Es decir, aunque depende también de cada gato, lo normal es que los gatos no presten atención a tu comida. Por si acaso, cuando estéis comiendo no le dejes subir a la mesa, en especial si nadie más está vigilando.

Algo negativo que traen los perros es que a veces se hacen algo cansinos en el sentido de que te persiguen sin parar para jugar, pedir comida o que se le saque, y si les encierras aunque sea temporalmente en alguna habitación o en la terraza, o por la noche te echa de menos, comenzará a aullar, llorar y ladrar, evidentemente molestando a la gente de tu hogar y a tu vecindario. Hay veces que unos ladridos constantes de los perros han terminado siendo denuncias de los vecinos por ser un mal dueño o por abandono animal, o por directamente, molestar de forma excesiva. Como siempre, depende de como se les eduque. La suerte que tienen los gatos es que, como he dicho, son más independientes y en seguida se buscan su sitio para dormir. Exceptuando las primeras noches siendo crías o para acostumbrarse a tu hogar, el resto de noche jamás te molestarán.

Otra cosa a tener en cuenta es que los perros pueden hacerse en ocasiones algo "posesivos" con los dueños o por ejemplo, si duermen en la cama con uno de los dueños, impedir que alguien más comparta "su cama" con el dueño que protege. Y quién haya visto el programa de El Encantador de Perros de César Millán, comprenderá lo que digo.

Todos los gatos tienen su propia personalidad, hay de más intrépidos a más tímidos, de más cariñosos a algo más ariscos, pero todos tienen en común que son muy pulcros e independientes y no te darán tanto la lata como podría hacer un perro. Además, si vives en un apartamento y no puedes durante casi todo el día sacar a pasearlo, la mejor alternativa como compañía es un gato. Con sus juguetes, agua, comida, su arena y su rascador, estará servido. Y cuando necesite mimos o tu los necesites, ahí tendrás a tu gatito dispuesto.

Como dije, cada uno tiene sus ventajas y sus desventajas. Las desventajas de los gatos son sus afiladas uñas y que a veces no se controlan al jugar (tanto con las uñas como con los dientes), pero se les puede enseñar a no hacer demasiado daño, y que pueden arrascar demasiado las cortinas y otros muebles. Además, si las gatitas se ponen en celo, no pararán de maullar durante una gran parte del día y de la noche, pero de forma menos molesta, en especial para los vecinos. Normalmente se ponen en celo solo cuando detectan, ven o huelen a algún macho, ya sea de otro vecino, de alguno de visita o que hayan visto por la calle asomándose por la ventana.

Algo que siempre me han comentado, es que aunque un gato se escape de casa, siempre regresa a su hogar por la costumbre, y por la calidez que le ofrece. Evito que se escape de casa la mía por miedo, aunque siempre es recomendable ponerle un chip por caro que sea (y las vacunas, por supuesto). Puedo corroborar en parte esto porque la gata de mis padres a veces se cuela en la terraza de los vecinos, pero siempre regresa a nuestra casa.

Si tienes una vida más tranquila, un apartamento y quieres tranquilidad y soledad, pero en compañía cariñosa y que a veces te ofrezca diversión, el gato es ideal.

1 comentario:

  1. Reconozco que cuando era más peque, siempre tuve la cosa de querer un perrito y tal, pero ahora que tengo una visión más madura del futuro que quiero, me replanteo el tener una mascota, y de tenerla, prefiero un gato, básicamente por las razones que has dicho.

    Sé que me dará una pereza infinita bajarlo a pasear cuando sea de noche, muy temprano o haga mucho frio. Sé que muchas veces querré tener mis momentos de tranquilidad para mí y para mis cosas, y sé que un gato los respetará más; son más limpios y, bueno, a mí me parecen muy monos x3

    La verdad es que comparto opinión contigo :3

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